De adolescente, estaba yo enamoradísimo de una pedazo de
chubby que, con el tiempo, me enteré que se había calzao a todo Dios menos a mí --qué crueldades he tenido que soportar (con la de Donuts, bollos y pasteles que le hubiese regalado pa hacerla feliz...)--. A partir de ahí me dije "Tate, la última golfilla que se t'escapa". Y heme aquí, en Viena, follando como un campeón!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario